El embalaje para exportación es crucial para las empresas que desean expandirse. Para obtener la satisfacción y confianza de los clientes, es indispensable ofertar productos de calidad que lleguen en las mismas condiciones en las que fueron producidas. Esto se logra con protecciones que inhiban daños implicados durante el manejo y el transporte. La robótica industrial permite excelentes embalajes, además hay varias máquinas automatizadas que los vuelven un proceso sencillo.
Características del embalaje para exportaciones
Las mercancías deben ser apiladas, levantadas, movidas, empacadas y transportadas en vías terrestres, aéreas o marítimas y el embalaje para exportación debe mantenerlas en óptimas condiciones durante esa cadena de acciones. Es un proceso complicado, por lo que las empresas que desean ser competitivas deben implementar maquinaria automatizada (como las encapuchadoras que tienen muchas aplicaciones) y consumibles adecuados según el tipo de mercancía. Los exportadores deben considerar cinco características de embalaje:
- Preservación. No debe afectar las propiedades del producto.
- Tanto los operadores como las mercancías deben estar seguros durante todo el proceso y hasta su destino.
- El embalaje debe montarse, llenarse y cerrarse de manera efectiva y ágil.
- Los productos deben manipularse, cargarse y transportarse de manera sencilla.
- Los materiales y embalajes no son los mismos para todas las cargas. De la compatibilidad con las mercancías dependerá que se transmitan o no olores o microorganismos, por ejemplo, en los alimentos.
Maquinaria automatizada
Los nuevos mercados implican exigencias que no pueden cubrirse sin robótica industrial. Son varias las máquinas automatizadas existentes, que se encargan de proteger eficazmente grandes volúmenes de mercancías con los embalajes de exportación correctos. Son varias las funciones que cumples y se diseñan para diferentes productos según sus necesidades y características. Algunos ejemplos son:
Flejadoras industriales
Rodean las cargas con flejes para que puedan estabilizarse y protegerse durante su manejo y transporte. Sus principales aplicaciones son el flejado de paquetes, sellado y precintado de seguridad, agrupación y compactación de las mercancías, fijación y unión de las piezas individuales según sus dimensiones.
Retractiladoras
Su función es envolver las mercancías hasta compactarlas con una película termoplástica, que sella las cargas al pallet. Su principal ventaja es la disminución de los costos al estirar los films, ya que reduce la cantidad de película utilizada. Automatizan los procesos de embalaje, ya sea en líneas de producción o procesos manuales o menores. La campana de retracción se adapta a la forma de los productos, además protege las mercancías incluso si se almacenan en exteriores.
Ahorra tiempo y asegura que el envoltorio no pueda abrirse por nada ni nadie. Son conocidos también como hornos de retracción, ya que implican la aplicación de calor al producto envuelto, ya sea de forma manual o mediante túneles u hornos. Además, se comercian en distintos tamaños y niveles de automatización y son comunes en la industria cosmética, farmacéutica y alimentaria.
Enfardadoras
Esta tecnología de robótica industrial compacta y embala las cargas y las envuelve con una película industrial de plástico transparente. De esta manera, las mercancías quedan protegidas y estabilizadas. Gasta tres veces menos film, por lo que implica ahorros notables.
Encapuchadoras
Algunos las confunden con las retractiladoras con horno, no obstante tienen notables diferencias. La razón es porque también realizan funciones de retractilado y sellan el envoltorio para que sea inviolable. Son estaciones únicas que utilizan películas que se adaptan a la forma de cualquier mercancía. Su mecanismo automatizado minimiza los errores humanos y reduce los costos en personal y sellado de productos con fundas a la medida.
Son recomendadas para productos que pueden dañarse fácilmente ante agentes externos durante el almacenamiento y transporte. Garantizan la higiene de las mercancías y las estabilizan mediante la aplicación de ligeras presiones de la bandeja, ya sea de manera vertical u horizontal. Son convenientes para medianas empresas, ya que su precio ha disminuido en los últimos años y pueden instalarse sobre transportadores existentes y encapsular las cargas hasta el fondo de pallet sin requerir sistemas de elevación.
Son diseñadas para envolver los productos sin importar si fueron sometidos o no al paletizado. Evitan el ingreso de suciedad polvo y los daños por manipulaciones ajenas a su empresa. Pueden usarse dos tipos de películas: termoretráctiles (que implican usar calor) y extensibles (que no requieren calor, debido a que funcionan mediante estiramiento). Para ambos tipos, las encapuchadoras realizan el proceso de soldadura y corte para fijar bien las mercancías.
Son varias las empresas que las usan, como automotrices, de plástico, papel, vidrio, construcción, entre otros. El encapuchado es más complejo que el retractilad, además implica colocar la película alrededor de las cargas y cortar el rollo para ajustarla. Hay variaciones en el corte según el modelo de encapuchadora. Por último, se elimina el aire entre las cargas y la película y se aplica calor para el sellado. Cabe agregar que puede usarse en el embalaje de exportación que se almacene fuera de la nave o en contacto directo con el exterior durante el transporte.
Si desean encapuchadoras de calidad u otros productos como la báscula digital para automatizar sus procesos de embalaje, marquen a los expertos de Byasa a través de las líneas (55) 5341 9999.
