Las básculas de grado alimentario son indispensables para varias aplicaciones en el sector alimentario. Es necesario que sus componentes como la celda de carga estén en óptimas condiciones para obtener mediciones precisas de masa, por ejemplo, de ingredientes, de modo que los productos finales tengan la calidad y la consistencia deseadas. Igualmente, es importante que se dé seguimiento a la llamada cadena de trazabilidad metrológica.
¿Alguna vez escucharon acerca de este concepto? Si no es así, es posible que esté en riesgo la seguridad de sus mediciones y, con ello, de sus procesos en general. Comprender bien este concepto y sus impactos en la cadena de producción alimentaria será de mucha ayuda para utilizar adecuadamente las básculas y asegurar su buen funcionamiento.
Las básculas alimentarias y la cadena de trazabilidad
¿Sabían que ninguna medición dentro del sector alimentario es 100% exacta? Se podrán obtener resultados aproximados al valor de referencia durante los pesajes, no obstante, la precisión y exactitud de las mediciones tienen sus limitaciones y su grado de incertidumbre. Si este último es demasiado amplio pueden ocurrir problemas en la cadena de producción de alimentos. Esto no significa que deba pasarse por alto el tema de la exactitud en las mediciones.
En aplicaciones comerciales pequeñas como las de los negocios minoristas quizá no tenga tanta relevancia la incertidumbre en una medición de pesaje, no obstante, en el sector alimentario es indispensable tener bajo control este parámetro, ya que su omisión conlleva riesgos en múltiples sentidos, por ejemplo, pone en riesgo la seguridad alimentaria y la reputación de la marca.
Dicho esto, se preguntarán: ¿cómo hacer que las mediciones con una báscula electrónica de grado alimentario sean lo más exactas posibles. Es aquí donde entra en juego la cadena de trazabilidad. Es gracias a esta que las básculas tienen un cierto grado de exactitud, lo que es posible mediante la utilización de patrones de referencia (pesas patrón) que se manejan en laboratorios de metrología acreditados y que poseen un valor de mayor exactitud.
Dicha exactitud de los patrones de laboratorios secundarios (que son los que se utilizan para la calibración de las básculas que cuentan con una celda de carga) se debe a que tienen seguimiento a patrones más exactos, como los que están en los laboratorios primarios (como el CENAM en el caso de México) y los establecidos y resguardados por la Oficina Internacional de Pesas y Medidas (BIPM).
De hecho, dicho seguimiento a través de una serie de patrones de menor a mayor exactitud es lo que constituye la llamada cadena de trazabilidad. Si una báscula es calibrada con un patrón cuyo valor dé seguimiento a la cadena, se lograrán pesajes precisos, que influyen de diferentes formas positivas al sector alimentario, tal como veremos a continuación.
¿Por qué es importante el seguimiento a la cadena de trazabilidad?
Ya sea que usen una báscula de plataforma para percibir sus beneficios o de banco para el pesaje de materias primas antes de su procesamiento, la importancia del seguimiento a la cadena de trazabilidad se refleja en los siguientes aspectos:
Cumplimiento normativo
Como sabrán, el sector alimentario es uno de los que están más sujetos a regulaciones estrictas, lo que no es raro, debido a los riesgos potenciales para la calidad y seguridad de los alimentos. Es importante que las básculas de grado alimentario estén calibradas y sean precisas para dar cumplimiento con las normativas y evitar sanciones y clausuras, asimismo, para la aprobación de auditorías que posibiliten la obtención de certificaciones, que son indispensables para la competitividad de las marcas y su reputación entre los consumidores.
Seguridad y calidad alimentaria
En este sector no es posible que haya variaciones en la consistencia de las producciones. Tiene que ser uniforme en cuanto a la precisión para que puedan documentarse y tener evidencia de que se mantienen tanto la seguridad como la calidad. Mediante las calibraciones periódicas, las básculas con celda de carga pueden operar dentro de los límites de tolerancia aceptables, evitando así desviaciones, por ejemplo, en la dosificación de ingredientes.
Asimismo, inhiben los errores que derivan en problemas como la contaminación cruzada. Cabe agregar la importancia de que dichas calibraciones sean acompañadas con certificados para tener una evidencia oficial de la precisión del instrumento.
Confianza del consumidor
Los consumidores esperan que los productos que adquieran vengan en cantidades adecuadas, tal como se indica en el etiquetado. Al dar seguimiento a la cadena de trazabilidad, se brinda una garantía de que los pesajes son precisos, asimismo, se ofrece transparencia, algo crucial para mejorar la reputación de las marcas y lograr la lealtad de los consumidores.
Procesos bajo control
La trazabilidad metrológica permite que se mantenga un control riguroso sobre los pesajes en los diferentes procesos de la cadena alimentaria. Mediante las calibraciones, se obtienen mediciones coherentes que brindan uniformidad a los procesos, evitando variaciones potencialmente riesgos tanto para empresas como para consumidores.
Reducción de pérdidas
Ante una medición inexacta ocurren pérdidas económicas, ya sea por sanciones, demandas por parte de los consumidores, desperdicio de materias primas y productos terminados, devoluciones, entre otras.
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